El problema creciente de “Fame-Shaming” en las redes sociales

No puedo negar que la edad de las redes sociales ha traído consigo muchos avances positivos, tanto en la sociedad como en la tecnología, pero no todos los elementos de la misma son tan blanco y negro.  Social media también ha traído su participación limpia de la controversia, desdibujando las líneas entre lo aceptable y lo desagradable.  Una de esas tendencias, en mi opinión, es la práctica del “fame-shaming”.

Fuente: DailyBeast

Fame-shaming es una forma de activismo online que consiste en una excursión pública a supuesto malhechores online al publicar la “evidencia” fotográfica o escrita de sus actividades para que todo el mundo lo vea.  Recientemente ha habido innumerables ejemplos muy publicitados de esto, desde casos de crueldad hacia los animales hasta el debate sobre la lactancia materna en público.  Estos dos ejemplos destacan perfectamente la distinción crucial aquí, en este fame-shaming, aunque algunas veces con éxito y como con el anterior, a menudo pierde puntos u objetivos de las personas equivocadas, como en el caso anterior.

Justamente esta mañana, mientras se ojeo a través de Facebook, me encontré con un acto de fame-shaming con respecto a una mujer que tuvo que colarse a la espera de una plaza de estacionamiento en un departamento de A&E, resultando en un niño enfermo con un caso sospechoso de meningitis se retrasó en ver a un médico.  El niño recibió el visto bueno, pero la madre descontenta tomó rápidamente las redes sociales fuera del desconsiderado grupo para cualquiera que esté dispuesto a escuchar.  En este caso, me inclino a estar de acuerdo que la mujer se comportó mal, pero como estas historias se vuelven virales, a menudo, la reacción es mucho más grave que el acto inicial. Algunos comportamientos son suficientemente horribles para merecer un gran castigo, pero las redes sociales tienen una manera de explotar las cosas fuera de proporción y el comportamiento online de estos comentarios a menudo se vuelve peor que el evento del que están hablando en contra.

Otro problema es que las redes sociales proporcionan, por su propia naturaleza, una versión muy condensada de los acontecimientos.  Una cuenta de persona rara vez captura la historia completa, y esto puede dar lugar a una gran cantidad de odio y el abuso que se dirige a las personas que no lo merecen.  Ha habido algunos casos durante los últimos años por el que alguien ha tomado Twitter para fustigar un individuo determinado, sólo para marginarse a sí mismo por mentir o exagerar los hechos en cuestión.  Desafortunadamente, en el momento en el que esta información sale a la luz, los acusados equivocadamente ya han sufrido una corriente de sentimientos horribles y, con demasiada frecuencia, amenazas de violencia.

Así, mientras que las redes sociales puede ser una fuerza muy eficaz para el bien, la celebración de las personas responsables de sus acciones, tanto en el mundo físico y en el online, insto a la precaución antes de ir a un caustico sermón de Twitter.  Puedes victimizar, sin querer, a la persona equivocada, ser declarado culpable de difamación o abrirse al lado más oscuro de las redes sociales.

Sam Bonson

Sam es un aspirante a novelista con una pasión por las thrillers de fantasía y crímenes.  Actualmente trabaja como Editor de Social Songbird y espera algún día eliminar el prefijo “aspirante”.  Síguelo @SamAtSMF

Traducido desde: The Growing Problem of 'Fame-Shaming' on Social Media

Traducido por: Julia de los Ríos

Comunicadora natural, escritora por vocación y amante de las redes sociales.  Julia es un mundo en una persona. Es peruano-italiana y vive en España. Ella asegura que compartiendo experiencias nos desarrollamos como personas.  Estudió negocios internacionales, disfruta de su blog personal, de viajar y de la playa.  Síguela @JuliaAtSMF

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