¿Quieres un tick de Instagram?

Necesitarás uno de los grandes o quizá siete...

Tener el tick o marca azul al lado de tus cuentas de las redes sociales es algo de lo que puedes estar orgulloso.  Hoy en día, una gran cantidad de usuarios de Facebook y Twitter son verificados debido a su popularidad, seguidores e influencia.  Desde David Beckham hasta un YouTuber con un par de cientos de miles de suscriptores ostentan este check.  En estas plataformas, cualquier persona puede solicitar la verificación como una manera de ganar legitimidad, interés y una clasificación más alta en los resultados de búsqueda.

Este tick es un símbolo de estatus, además del potencial para impulsar el seguimiento y atraer negocios potenciales, así que no es de extrañar que, con todos estos beneficios, los usuarios están pagando miles de dólares para obtener la verificación en Instagram, que tiene una política de verificación más exclusiva y estricta.  Sí, miles de dólares.

A principios del mes, Mashable informó sobre el “mercado negro” en Instagram, en el que los usuarios esperan obtener un tick, así como los beneficios que este conlleva, mediante el pago a intermediarios para que envíen la solicitud.  Los intermediarios en cuestión son vendedores que tienen contactos que trabajan en Instagram y claramente es un negocio muy arriesgado y poderoso.

Mientras que tú o yo podríamos solicitar un tick en Twitter o Facebook, el formulario de solicitud de Instagram está accesible sólo para los trabajadores actuales y ex trabajadores de Instagram, junto con grandes nombres o empresas en los medios de comunicación.  Los compradores se acercarán a aquellos que están dispuestos a presentar solicitudes de verificación a cambio de cantidades enormes de dinero.

Mashable informa sobre un vendedor con el que habló y llamaron a James y descubrieron que “su contacto en Instagram cobra $1,200 por la check azul y luego, James cargará otra tarifa basada en el interés aparente del usuario u otras necesidades”.

“He vendido verificaciones desde $1,500 a $7,000”, comenta James.  Realmente él tiene sólo tres solicitudes de verificación aprobadas, lo que significa que todo el proceso puede ser (y ha sido) arriesgado y luego para nada.  Que las solicitudes sean aprobadas se basan en los seguidores del usuario, así como la existencia de cualquier cuenta de prensa en la cuenta”.

Algunos vendedores también están usando bots, según explica el informe de Mashable cómo el vendedor Alejandro Rioja ha fijado los precios para cada plataforma y los de Instagram son los que más cuestan.  “El costo de la verificación es más alto en Instagram porque es el más codiciado, en parte porque es más estricto”, informaron diferentes fuentes.  A continuación, te ofrecemos una captura de pantalla de su bot actualmente inactivo:

 

Mashable

Cuando los empleados de Instagram envían los formularios de verificación pagados, tienen que poner su nombre en él y puede ser arriesgado.

“Esa es la única manera en la que Instagram puede hacer que los empleados sean responsables de no usar mal sus privilegios en cosas como la verificación pagada, según varias fuentes”, añade Mashable.  Si son pillados, los empleados podrían perder sus empleos, como se vio anteriormente cuando un ex empleado cobró a los propietarios de cuentas cerradas de cannabis hasta $7,500 por reactivarles la cuenta.

Instagram es consciente de lo que sucede y está trabajando para cerrar por completo el “mercado negro”, aunque todavía no ha tenido mucho éxito.

Laura Sewell

Una aspirante a periodista, Laura es nuestra pasante como escritora de contenido.  Es una entusiasta de pop-punk gig-goer y drag queen, Laura está trabajando arduamente en la industria, con un nivel A de inglés y con el amor por escribir sobre todo y nada.  Encuentra sus reflexiones diarias en Twitter @Songbird_Lauras

Traducido desde:   Want an Instagram Tick? You'll Need a Grand or Seven

Traducido por: Julia de los Ríos

Comunicadora natural, escritora por vocación y amante de las redes sociales.  Julia es un mundo en una persona. Es peruano-italiana y vive en España. Ella asegura que compartiendo experiencias nos desarrollamos como personas.  Estudió negocios internacionales, disfruta de su blog personal, de viajar y de la playa.  Síguela @JuliaAtSMF

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